sábado, 1 de enero de 2011



Muchas veces me pregunté qué hacia la humanidad en éste Planeta Tierra, muchas veces me pregunté que hacía yo en éste Planeta Tierra!
¿Uno viene a ésta Tierra a vivir, para satisfacer necesidades y enfrentarse a las vicisitudes que se nos presentan en lo cotidiano y sufrir ante aquellas cosas que no podemos manejar? ¿Es la ley de la vida que tengamos que nacer, para alimentarnos, procrearnos, satisfacer necesidades y llegar al ocaso de nuestros años con dolores y sufrimientos? ¿Tan solo un promedio de 80 años vivir todo eso, que para los tiempos Cósmicos es solo una milésima de segundo?

Indudablemente tiene que haber algo muchísimo más profundo y que quizás desconozcamos (aún).

A lo largo de mi vida, he estado en la búsqueda de las respuestas a las preguntas más existenciales: ¿quién soy, de donde vengo, hacia donde voy? ¿Hay algo superior? Y esas preguntas me llevaron a muchos lugares, conocimientos, terapias, grupos, todo aquello que está dentro de lo que es llamado Nueva Era.

Después de todo ese caminar, finalmente comprendí el por qué estoy en la Tierra: porque estoy en una escuela de aprendizaje, donde debo conciliar entre los conocimientos internos propios con aquellas situaciones y personas que me son “poco” queridas, apuntando hacia un mundo mejor. O sea, respetar, respetarme, sentirme parte de la creación y ser una herramienta para mejorar la humanidad, en un efecto multiplicador conjuntamente con el resto de las personas del planeta que sienten que esto es así.

Pero todo esto va mucho más allá. El proceso del comprender por qué estamos aquí y para qué comenzó en las grandes civilizaciones, que miraban hacia los cielos para contactar a sus dioses, que muchos de ellos habían venido a la tierra para fortificar éstos suelos para que sea un verdadero paraíso para el humano.

En un punto, toda esa información canalizada por nuestros ancestros fue velada por la propia impronta del avance de la misma humanidad, donde se fueron perdiendo valores frente a un poderío egoísta de determinados sectores humanos. En otras palabras, el paraíso que fue preparado para el humano, se fue perdiendo por el mismo efecto de humanizar todo, hasta lo que creemos que “nos pertenece”, la misma tierra…olvidando que en realidad somos parte de ella.

Pero esto sucedió a lo largo de nuestra historia de la humanidad porque tenía que ser así, era parte del proceso de aprendizaje, que para muchas civilizaciones y organizaciones humanas fue caótico y muy duro de vivir, pero, vistas las situaciones desde las alturas, ha sido solo un pestañar en el tiempo cósmico.

Hemos tenido que recorrer todo ese tiempo para volver a las fuentes ancestrales, a lo que nos enseñaban nuestros antepasados que estaban conectados con la Creación. Y hoy, nuevamente comenzamos, como humanos, a conectarnos con esa Fuente maravillosa que es la Creación y de la cual somos parte.

En los último años, como humanos, fuimos comprendiendo la esencia de nuestro propio ser a través de una gran apertura de Conciencia. Esa tarea tan solo comenzó hace unos pocos años, que si quieren poner una fecha, puede ser alrededor de 1945. Fue allí cuando comenzamos a mirar hacia las alturas nuevamente, impulsados por las nuevas energías que llegaban a la Tierra con esa finalidad de “despertar al humano”. El evento fue masivo, se fue dando durante varios años, nos indicaba hacia dónde teníamos que mirar y que debíamos buscar “algo más”. Y fueron fenómenos que movilizaron al humano para comenzar a hacer sus preguntas existenciales.

A partir de allí, con el transcurso de los años, las masas que ya comenzaban a vibrar de manera diferente, fueron encontrando nuevos caminos de descubrimientos del propio Ser. Llega el “Flower Power”, la era de Paz, donde comienza a percibirse que todo debía ser Amor. Y luego es el momento de la “New Age”, donde impulsaba a las masas a una búsqueda más profunda.

En realidad, se estaba “preparando el terreno” para lo que hoy, en la actualidad, estamos viviendo: Un despertar de Conciencia. Abran notado que en estos últimos 10 años el auge de Terapias Alternativas, de Autoayuda, de Conocimientos del Ser Interno, del retomar información ancestral, fue en aumento. Cada vez son más individuos, grupos y grandes masas, que dedican gran parte de su vida a pensar en el prójimo, en encontrar niveles de Sanación para ayudar a vencer enfermedades, en dar a conocer la vibración y energía que nos rodea y que puede ser captada por el Cosmos y desde la misma Tierra y cómo puede afectar y cambiar nuestras vidas.
Sería una extensa lista de varias páginas enumerar las diferentes herramientas “descubiertas” en éste último tiempo que ayudan al humano a encontrarse con él mismo y comprender finalmente Quién Es.

Todo esto ha roto viejas estructuras de pensamientos que mantenía al humano en una sola posición de creencias. Ahora sabemos qué hay algo más, algo muy fuerte y poderoso que contenemos todos y que poco a poco lo vamos re-descubriendo cuando hacemos ese viaje hacia nuestro propio ser, hacia nuestra propia Fuente. Y eso lo estamos logrando con todos éstos nuevos conocimientos que se desbordan por los cuatro puntos cardinales.

En la diversidad de los diferentes conocimientos que nos entregan las distintas escuelas espirituales, esotéricas y de conocimiento, hay un común denominador. Conociendo ese común denominador, haciendo hincapié en él, dejará de haber “diferencias” en esa diversidad. Pero vamos por parte, porque éste proceso actual, también es parte del aprendizaje. Todo nuevo Conocimiento que está ayudando al humano al “despertar de Conciencia” también se ha estructurado en éste último período. Pero es parte del proceso, pues se llegará a un punto donde todos se entrelazaran, donde en la diversidad no habrá diferencias, sino una Común-Unión, como un encastre perfecto de un inmenso rompecabezas.

En los últimos años el humano logró correr El Velo para ver que hay algo más profundo del por qué estar en este planeta. Y todo ya está preparado para que comencemos a ver mucho más, inmensamente más. Ya estamos preparados para percibir una Nueva Vibración, una Nueva Energía que ayudará al humano a abrir de par en par su Corazón. Es un Nuevo Despertar de Conciencia, es una nueva etapa, es el retorno al paraíso, es Ver y Sentir quienes somos realmente, porque ya lo descubrimos, solo falta vivir esa sensación para tener la certeza, porque es parte del humano la duda, y es parte de lo que tenemos que vencer, para cumplir con el verdadero objetivo por el cual estamos en ésta bendita y maravillosa Tierra.

Termina un ciclo de 26.000 mil años para dar comienzo a otro nuevo, y todos seremos testigos de ello. Una Nueva Tierra nos espera con una Humanidad presta a unirse en corazones. Nuevos descubrimientos nos esperan al cruzar éste maravilloso umbral, donde se acelerará todo para que las Profecías finalmente sean cumplidas. El Ser se unifica a su propia Esencia, cósmica y terrenal, para entrelazarse con toda la humanidad.


El momento ha llegado, las profecías lo han proclamado, lo que viene es maravilloso, pues a prepararse, porque para muchos, para muchos de muchos, en éste 2012 el VELO SE CAERÁ y sentirás a tu propio SER DE LUZ!

Permítetelo…

Oscar Alejo Smirnov
14 de Diciembre 2010
Villa Carlos Paz – Córdoba
Argentina.